sábado, 12 de marzo de 2011

Beatles 2.0



En el día de hoy me gustaría continuar contándoles un poco lo que hicieron estos jóvenes melenudos hace unos poquitos más de cuarenta años atrás (¡la pucha! Cómo pasa el tiempo).
Help! Es la segunda película protagonizada por Los Beatles: John, Paul, George y Ringo. Data de 1965, dirigida por Richard Lester, con guión de Charles Wood y Marc Behm. Musicalización: van a encontrar varios temas contemplados en el disco “Help!” de los propios protagonistas, ya algunos de sus singles del momento. Continúa el tono de comedia de “A hard day’s night” (película de la que ya les hablé en otra oportunidad, ¡hagan los deberes!).



Esta vez nos situamos en un templo en el que se está llevando a cabo una ceremonia en honor a la diosa Kahli. Podemos ver a una joven con su cuerpo enteramente pintado de rojo, a punto de ser sacrificada, cuando de pronto una voz alerta que esta joven no lleva en su mano el anillo de sacrificio, y manifestando que no puede ser sacrificada sin él. ¿Dónde está el preciado anillo (“Ring” en idioma inglés)? Por supuesto, está atascado en la mano de nuestro querido Sr. De los Anillos: Ringo Starr. Paréntesis: aclaración para los inadaptados de siempre: Ringo Starr es el apodo de Richard Starkey, baterista de los Beatles, que debe su apodo a su particular gusto por los anillos. Cierro paréntesis.



La historia que cuenta esta peli es poco más que eso: una “secta” que intentará por todos los medios, quitar el anillo sagrado de la mano de nuestro flequilludo amigo. Lo indescriptible de esta trama, son justamente las situaciones absurdas que se van dando a través de cada intento por recuperar ese anillo, en medio de la propia absurda naturalidad con que se mueven nuestros protagonistas. Ellos comparten una gran casa que equivale a cuatro clásicas casitas inglesas, por lo que cada uno de ellos tiene su espacio para hacer lo que prefiera: Paul tiene un piano-elevador, con el que comienza tocando en el subsuelo y va subiendo hasta la planta baja, o bien George tiene su propia alfombra de pasto natural junto a su cama, y hasta tiene un “empleado” cuya única función es cortar ese pastito usando una dentadura tiritante.



Mientras tanto, los intentos de la secta por obtener el famoso anillo por un lado, y los intentos de los propios Beatles para poder destrabar el anillo de la mano de su baterista por otro, serán diversos y constantes: desde la succión de una secadora de manos, pasando por breves secuestros de Ringo para cortarle el dedo con una sierra eléctrica; hasta una inyección de empequeñecimiento, que por error será aplicada a Paul, haciéndolo tan pequeño que hasta llegará a bañarse en gaseosa dentro de un cenicero. Todo esto, completado con los más variados paisajes de fondo: campos; montañas nevadas y ski, playa y recorridos en bicicletas; en la cuenta regresiva por cumplir con el sacrificio a tiempo… pasado este tiempo, el propio Ringo, por llevar el anillo, será convertido en el objeto del sacrificio, y hasta será amenazado por un tigre que sólo es apaciguado al son de la novena sinfonía de Beethoven, melodía que terminará entonando por toda Inglaterra.

Otra película que no necesita de beatlemaníacos para ser disfrutada. Para ver cualquier tarde de sábado sin superacción pero sí con comedia, humor absurdo, una pizca de humor negro, y obviamente, la más maravillosa música…

Minutitos Beatles de "Help":

lunes, 7 de marzo de 2011

Beatles 1.0

Dedicado a mi amigo Leo, por mi parcialidad.







Para ser completamente objetiva desde el punto de vista crítico, y separando mi idolátrico fanatismo por Los Beatles, mi adoración por su música y mi premisa de que cada día que pasa, su obra mejora en progresión geométrica, quiero decir que: hasta en el cine fueron, sencillamente, geniales. Y por eso, los invito a recorrer sus pelis.

Cuatro jovencitos ingleses corriendo por callecitas inglesas, huyendo de una jauría de jovencitas inglesas que aúllan intentando atraparlos. No señores, no es una película de terror. Simplemente: Los Beatles en su debut cinematográfico. Con ustedes, “A Hard Day’s Night” de 1964, dirigida por Richard Lester, con guión de Alun Owen.
Los protagonistas: George Harrison (guitarra/voz) 21 años, callado, tranquilo y bastante compinche del otro guitarrista; John Lennon (voz/guitarra) 24 años, rebelde con o sin causa, provocador y delirante; Ringo Starr (batería/voz) 24 años, el “feo” e ingenuo del grupo; y Paul McCartney (voz/bajo) 22 años, el “más bonito” y correcto de la banda.
La historia: Los Beatles en plena beatlemanía. John, George y Ringo llegan corriendo a una terminal de trenes, donde los está esperando Paul (Mc Cartney), disfrazado con barba y bigotes postizos, y en compañía de su abuelo (Wilfrid Brambell), a quien deberá cuidar durante los próximos días. Allí empieza la parodia de los agitados días de los músicos, con viajes, presentaciones en programas de tv, entrevistas y cócteles. Pero estos rebeldes muchachitos de los años ’60 no se conforman con eso, y se van a pasar toda la película escapando de su representante, para ir a bailar o bien para ir a pavear por ahí, hasta ser perseguidos por todo un cuartel de policía. Veremos por ejemplo, a Lennon jugando con un submarino de juguete en una bañera, a Harrison afeitando un rostro en un espejo, al simpático Ringo y su naríz rebelarse contra los “lindos e importantes” de la banda, y también veremos a Paul retando a su abuelo por tránsfuga: lo había agarrado vendiendo autógrafos truchos de los Fab Four.

Durante el transcurso de esta pequeña crónica musical se mezclan situaciones y diálogos cuidadosamente absurdos, que nos llevan a un tono de comedia bastante común para esos años (basta pensar en los comienzos de Woody Allen o Peter Sellers), pero que nos asombra ahora, principalmente por estar interpretado por los mismísimos Beatles con toda naturalidad.

Es difícil hablar de las películas de los Beatles, porque son sumamente raras para el común de los espectadores. No son estrictamente musicales, a pesar de que, obviamente, están empapadas por las deliciosas canciones, melodías y coros de las estrellas protagónicas, y sinceramente creo que las palabras de esta humilde fan no alcanzan para describir la gracia y diversión que esos cuatro genios de Liverpool también se animaron a transmitir a través del séptimo arte.
Apta para todo público que quiera pasar un rato acompañado de buena música, (no hace falta ser beatlemaníacos de raza).


Minutitos beatles: