viernes, 9 de julio de 2010

El primer grito de terror


Nunca, NUNCA le preguntes a un oráculo la fecha de tu muerte. Menos todavía se lo preguntes a un sonámbulo que ha dormido los últimos 25 años, y que en una feria de variedades ofrece abrir los ojos solamente para responder a inquietudes acerca del futuro. Césare, así se llama este buen muchacho, vive, hipnotizado, al servicio del doctor Caligari, que pareciera ser, más que médico clínico, médico forense.
Estamos hablando de “El gabinete del Doctor Caligari” (1919) hito del expresionismo alemán y primera película de Terror. Dirigida por Robert Wiene, protagonizada por Werner Kraus en el papel del buen doctor; y Conrad Weit como “Césare”. Producción: Erich Pommer, el mismo que produciría unos años después la primera película de ciencia ficción, “Metrópolis” (parece que le gustaban las primeras veces). Probablemente estarán pensando “¿quién joraca será toda esta gente?”, pero créanme, fueron algunos de los valientes creadores del cine que hoy tan naturalmente es parte de nuestras vidas.



La historia transcurre entre escenografías y decorados de casas, ventanas y calles imposibles, extractadas de sueños (o bien de pesadillas), torcidos, puntiagudos, que nos angustian sólo como para hacernos entrar en clima (y muy a nuestro pesar nos hacen pensar que Tim Burton no inventó nada en Beetlejuice), y todas las noches acontecen en el pueblo donde esa feria se ha instalado, misteriosos e inexplicables crímenes… adivinen… todos los difuntos tuvieron algún tipo de contacto con el Dr. de referencia… consejo: cuiden sus modales, cuiden a sus chicas, ¡y piensen bien antes de hacer una pregunta!
Y me gusta decir que Césare “vive”, porque a pesar de su somnolencia todas las noches el doctor lo sienta en su ataúd y lo alimenta a punta de cuchara. Porque algo hay que comer, vieron, como pasa en los funerales: cerca de cada ataúd hay comida. Y sin despertarlo, claro, más o menos como nosotros saboreábamos los ravioles del domingo en la adolescencia…
Alguien en el pueblo (podemos revelar en este momento que es quien cuenta esta historia) que intenta investigar la muerte de un amigo cercano en una de esas noches, puede pensar que este doc está de atar… pero ¿que pasaría si esa persona se acercara al hospital psiquiátrico más cercano e intentara hablar con su director, para indagar sobre la posible existencia de una historia clínica a nombre de “Caligari”? Se enteraría de que el “mito del Dr. Caligari” con sonámbulo incluído, viene de vieja data y que es una leyenda con varios siglos encima… y descubriría otras cosas más que-no-les-voy-a-con-tar-hoy…
Y es así como la primera película de terror del cine mundial nos hace sentir frío en la nuca… porque en estos tiempos posmodernos nos asustan videos, fotos digitales de apariciones y llamadas a celulares, pero esta joyita, que debe haber asustado a nuestros bisabuelos no envejece sino que se añeja.
Así que ya saben, la próxima noche de tormenta, apaguen las luces, y dénle una oportunidad a aquellos que no aprendieron a hacer cine, ¡lo inventaron!

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